Los distintos productos como mermeladas y dulces son de origen natural ya que su proceso es solamente a base de azúcar y materia prima. Además, los cultivos son fertilizados a través de un proceso netamente orgánico lo que les otorga un valor agregado muy importante en cuanto a sabor y salubridad.
La jurisdicción de Purmamarca no es solo un cúmulo de bellezas naturales, también dentro de su extenso territorio se llevan a cabo pequeños emprendimientos de productores locales que dan a conocer otra de las virtudes de la región, los sabores autóctonos. Entre ellos se encuentra el que llevan adelante desde hace un tiempo cinco integrantes de la Comunidad Aborigen CIPAQUI, la cual está conformada por setenta familias de tres parajes: La Ciénaga, Patacal y Quisquiri, Al comienzo fue un “plan Piloto” como lo refiere Rosario Lourdes Jerez, tesorera de la comunidad, en el cual comenzaron a “tomar capacitaciones para hacer dulces, después el ingeniero Daza nos dio un poco de plata con la que compramos los insumos, ollas y lo demás que necesitábamos”. A través de las capacitaciones dictadas por el Ministerio de la Producción de la provincia de Jujuy, los emprendedores solamente cambiaron la orientación en la manera de hacer los dulces. Porque como comentó Felisa Edtih Mercado, agricultora de la zona y vicepresidenta de la comunidad, “nuestros abuelos, nuestros padres y ahora nosotros siempre hemos hecho dulces”, saberes que se han mantenido en el tiempo y que ahora se busca que los mismos generen la apertura de un nuevo mercado productivo para todos los que habitan esa región. Principalmente como indicaron ambas integrantes de la comunidad destinado a “los jóvenes que están en el secundario y salen de la escuela y no saben que van a hacer, si van a seguir estudiando, o van a buscar trabajo. Nosotros podemos capacitarlos para que ellos trabajen y no se vayan afuera”, brindándoles nuevas oportunidades y evitando el desarraigo de su tierra y sus orígenes.
Capacitaciones en la producción de dulces
Las capacitaciones fueron positivas para poder desarrollar un producto con miras a la comercialización y ya no solo para el consumo familiar, ya que hasta ese momento la elaboración la realizaban de una manera más casera, calculando los ingredientes sin tener una medida de los mismos. En cambio, ahora se guían por una receta en la cual se estipula la medida necesaria de cada uno, lo que les otorga el punto exacto no solo de los ingredientes utilizados sino también de cocción. Esto les ha dado mayor “seguridad” en su elaboración logrando un producto de excelente calidad, que tiene como valor agregado que no contiene ningún tipo de conservantes, ni colorantes, ni esencias artificiales, ya que todo el proceso es en base a azúcar y materia prima (pulpa de fruta).
Otros métodos que adquirieron en la capacitación fueron el de la esterilización de los frascos, y el envasado al vacío (sellado hermético), dos factores importantes en materia de higiene y conservación. Ambos procesos se realizan de forma manual, para la esterilización de los frascos todo depende si son nuevos o usados; en el primero de los casos se los esteriliza únicamente con alcohol y en el segundo se los hierve en agua de quince a veinte minutos, se los saca y se los vuelca, y se los deja en esa posición hasta que se sequen totalmente, posteriormente se les coloca alcohol.
Una vez esterilizados los frascos ya son utilizados para el envasado, un proceso que realizan apenas terminan de elaborar la materia prima, llenando los frascos con las mermeladas calientes y sellándolos inmediatamente. El tiempo de conservación desde la fecha de su elaboración es de un año y medio en un lugar fresco y oscuro.
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