Ubicado en la Quebrada de Humahuaca, distante a unos 100 kilómetros de la ciudad capital de la provincia de Jujuy y a tan solo 16 km de Tilcara, atesora el valor histórico de civilizaciones originarias y de la épica Guerra de la Independencia, circundado por un paisaje en el cual la naturaleza muestra todo su esplendor.
La bienvenida al pueblo de Huacalera lo marca el imponente Reloj Solar, situado sobre el costado izquierdo de la Ruta Nacional N°9, un monolito que representa el paso de la línea imaginaria del Trópico de Capricornio. Allí, durante la noche del día 20 y madrugada del día 21 de junio, se celebra una de las ceremonias milenarias que marca la espiritualidad de los pueblos andinos, el Inti Raymi. Una ceremonia que refleja el comienzo de un nuevo ciclo en la renovación espiritual de energías, en ese vínculo intangible con la naturaleza, y que además representa el inicio de un nuevo Año Andino.
Además, adentrarse en Huacalera es ir descubriendo ese cúmulo de riquezas que son parte de su patrimonio, una de ellas, que se percibe a simple vista es la que surge de las entrañas de la Madre Tierra, la fertilidad de su suelo, propicio para el desarrollo de la agricultura y la vitivinicultura. El verdor de sus terrenos de cultivo distribuidos en ambos costados de la ruta, como así también en ambas márgenes del Río Grande, reflejan la actividad desarrollada a través de los años por gran parte de los pobladores. Pero, también la fecundidad de su tierra y la generosidad de su microclima, han desencadenado que en los últimos años se generen nuevos emprendimientos ligados a la vitivinicultura. Con una producción de vinos de extrema altura; cuya excelencia es celebrada a nivel nacional e internacional en mercados tan exigentes como los de Estados Unidos y parte de Europa.
Todo ese verde profundo de su arboleda y de sus fincas de cultivos y viñedos está circundado por la resplandeciente belleza de sus cerros. Entre los cuales se destaca a la vista de todos, el que se encuentra en Yacoraite, conocido como “Cerro Pollera de la Coya”, un macizo que se viste con franjas de tintes rojizos, amarillo, rosado y un gris blanquecino, que lo rodean totalmente, como la falda de una mujer envuelve sus piernas, cautivando la mirada de quien lo observa. También otro circuito imponente en belleza natural, es el de la Quebrada de Quitacara Grande, cuyo acceso está a unos 400 metros del icónico Reloj Solar del Trópico de Capricornio. Un cordón montañoso que es casi un reflejo del cielo después de un día lluvioso, ya que estos cerros matizan en sus laderas los colores del arco iris.
Esa abundancia de riquezas también se ve reflejada en la cultura propia de la zona, la cual fue
habitada en sus orígenes por los Omaguacas, que han dejado sus testimonios de vida en los yacimientos arqueológicos cercanos al pueblo, como los antigales de, Finca La Huerta distante a 3 kilómetros del pueblo, el denominado El Molino, y el sitio arqueológico “Los Amarillos”, que se encuentra a unos 4 kilómetros de Huacalera en la localidad de Yacoraite. En este último se pueden observar las ruinas de construcciones y viviendas prehispánicas, testigos inquebrantables de una civilización pasada. Las visitas al sitio arqueológico “Los Amarillos”, deben ser reservadas con tiempo ya que se trabaja con capacidad de hasta 5 visitantes por protocolo Covid-19 y sólo se puede ingresar con un guía capacitado perteneciente a la Comunidad de Yacoraite, que es la que se ocupa de preservar y resguardar este yacimiento que data de alrededor del año 1000 D.C.
Algunos restos arqueológicos hallados en Finca La Huerta como vasijas, huesos y material lítico, producto de las investigaciones realizadas por el Dr. Jorge Palma, son exhibidos en el Museo Arqueológico e Histórico de Huacalera, que funciona en un espacio de otro edificio con historia, ya que en épocas coloniales funcionaba como Posta. La Posta de Huacalera edificada a fines del siglo XVIII fue el lugar de descanso de los viajeros en la ruta hacia Bolivia, también en aquellos días de la Guerra por la Independencia, fue el lugar de aprovisionamiento del ejército patriota, y refugio de soldados heridos y de mujeres y niños en tiempos de éxodo. En sus habitaciones pernoctaron algunos próceres de la historia argentina como Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Martín Miguel de Güemes, el Coronel Manuel Eduardo Arias y Manuel Álvarez Prado, entre otros.
Además, la Posta de Huacalera fue el sitio en el cual los seguidores del General Juan Galo de Lavalle, muerto en San Salvador de Jujuy en 1841, durante la epopeya entre unitarios y federales, decidieron descarnar su cadáver, que estaba en avanzado estado de putrefacción, para llevar sus huesos a una tumba segura en territorio boliviano y evitar que sus enemigos se apoderaran del cuerpo. Declarada en 2005 “Monumento Histórico Provincial”, hoy no goza del esplendor de antiguas épocas ya que el tiempo y el incesante deterioro han puesto en riesgo la continuidad de su testimonio histórico.
En sus alrededores también se erigen otros edificios que en aquella época fueron de singular importancia, como la antigua Finca Monterrey en donde en su casco central funciona actualmente uno de los hoteles del lugar; otros son el viejo Molino y la antigua escuela -que aún se mantiene en pie- ambos herencia del trabajo mancomunado de jesuitas y pobladores de la zona.
La Iglesia Inmaculada Concepción de María, construida en 1655, es otra de las construcciones que exhibe la simpleza de los materiales autóctonos utilizados, como adobes y madera de cardón, y el atractivo del estilo arquitectónico colonial. Sus gruesos muros guardan celosamente la riqueza de su interior, como las pinturas que datan del Siglo XVIII y que son fieles exponentes de la escuela cuzqueña, de las cuales se destaca la denominada, “Casamiento de la Virgen”, única en su temática en la región. También dentro de ese recinto religioso sobresalen, el antiguo altar donde descansa la imagen de la Virgen Inmaculada Concepción de María, portadora de una corona de plata repujada; el sagrario y el retablo-este último realizado por primitivos artistas del Altiplano y el cual se considera que es el más antiguo de la región-. Por toda esta riqueza arquitectónica y artística, fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1941, pudiendo ser visitada por los turistas durante el horario de la mañana. Allí también, cada 8 de diciembre se congrega toda la feligresía local para celebrar las Fiestas Patronales en honor a la Virgen Inmaculada Concepción de María. Celebración en donde queda expuesta la profunda Fe de un pueblo, y para la cual todos participan, desde las Bandas de Sikuris, las agrupaciones gauchas, las familias del lugar, personas del pueblo que residen en otros lugares y que regresan para esta fecha, con la misma convicción de sentimientos, venerar a su Santa Patrona.
Todos estos tesoros hicieron que Huacalera forme parte de esa lista ecuménica de lugares
reconocidos como Patrimonio de la Humanidad, y que se ve reflejada en esos testimonios históricos, arqueológicos y culturales que permanecen, en algunos casos, inalterables a través del tiempo.
Servicios Turísticos
Huacalera también ofrece confortables hoteles y hospedajes en donde los turistas pueden alojarse y algunos restaurantes en donde degustar comidas típicas de la zona, además de encontrarse con la apacible cordialidad de sus habitantes.
Recomendaciones
Huacalera posee una amplia amplitud térmica durante el día, con mañanas y tardes cálidas, que contrastan al caer el ocaso, en donde el viento hace que la temperatura disminuya, por lo cual se recomienda llevar ropa cómoda y clara para el día y abrigo para la noche. También se debe llevar gorra o sombrero, calzado cómodo, protector solar y labial, anteojos de sol y abundante líquido.
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