Maimará epicentro de la Corpachada de las comparsas

Este evento singular que se da en la localidad de Maimará, provincia de Jujuy, desde hace más de 30 años, muestra el respeto a la tradición que les han transmitido sus ancestros y refleja además ese vínculo intangible que se tiene con la Pachamama, quien es depositaria no solo de ofrendas sino de peticiones cargadas de Fe y devoción.  

Durante todo el mes de agosto Jujuy rinde homenaje a la Pachamama, en cada rincón de la Quebrada, de la Puna, de los Valles y de las Yungas, el aroma a coba, el compartir y el celebrar con mucha alegría, son los condimentos infaltables en cada ceremonia, que en la mayoría de los casos se dan durante cada fin de semana del mes. Como el del “tercer domingo de agosto, cuando cae el fin de semana largo”, día

La Municipalidad de Maimará acompañó la actividad cultural eximiendo de los impuestos y colaborando con el salón y tinglado municipal para el desarrollo de la Breshok 4.0, organizada en forma conjunta por la Agrupación Maimareña Casastchok y Comparsa Cerro Negro.

elegido por las comparsas de Maimará para homenajear a la Madre Tierra, tal cual lo refirió Federico Gutiérrez, presidente de la Agrupación Casastchok. Una fecha que no fue elegida al azar, sino que tuvo el consentimiento de todas las comparsas por una sencilla razón, para que, “todos pueden participar”, ya que como sostuvo Fabián Mendoza, uno de los presidentes de la comparsa Cerro Negro, “sabemos que mucha gente viene para el Carnaval y no puede participar del 1 de agosto en donde la mayoría celebra lo que es la Pachamama, por eso ponemos una fecha acorde para que el que no está en la provincia pueda venir o puedan llegar de pasadita y hacer en este día lo que es la Pachamama”.

Una celebración que nace hace “más de 30 años”, cuando la comparsa Avenida de Mayo empezó a ofrendar a la Madre Tierra en su mojón, siendo por aquel entonces, como dijo su presidente Andrés David Coca, “la primera comparsa que comenzó”. Un hecho, el de, “ser los primeros”, que los llena de “orgullo”, puesto que “después nos siguieron, Casastchok y la Cerro Negro, ahora somos las tres comparsas que hacemos esto nada más”. En el caso de Casastchok el homenaje a la Pachamama se viene repitiendo desde hace 20 años en el mojón que queda “muy cerquita” de la plaza central del pueblo, en donde se congregan “simpatizantes y amigos” de la Agrupación, siempre a partir de las 14 horas, para pasar como lo indicó Federico Gutiérrez, “un día muy lindo, muy particular”. En tanto, para la comparsa Cerro Negro esta celebración tuvo inicio “en el 2003 acá en el salón”, en ese momento, “lo hacía la comisión, algunos disfrazados, era algo chiquito”. Pero hacia la segunda década de este nuevo milenio esto fue cambiando, ya que como cuenta Fabián Mendoza, aproximadamente para “el 2012, ya se traía una banda, una orquesta, y así fue creciendo. En el 2016, 2017, antes de pandemia ya se traían grupos musicales, y el año pasado hemos traído varias orquestas, terminando con un evento bailable a la noche”. Una ceremonia que “año a año va creciendo”, haciéndose cada vez, “más grande y más abierta”, con el sentido, de que, como manifestó Mendoza, “todo el mundo participe”, y que los visitantes, “sepan nuestra cultura, esa es la idea, y transmitir lo que nosotros sabemos a las demás generaciones que vienen por detrás”. Para Federico Gutiérrez esta celebración “es muy importante”, no solo por el arraigo cultural sino también “para que el emprendedor, el comerciante tenga una circulación económica con estos tipos de eventos culturales”, porque como indicó “la cultura forma parte del desarrollo económico de nuestra localidad”.

“El sentido de la Pachamama, la Corpachada como muchos la llamamos, es algo ancestral de nuestros antepasados”, explicó Fabián Mendoza y ahondó diciendo que es un sentimiento profundo que surge del “corazón por nuestros padres, abuelos y para la gente de acá que seguimos manteniendo nuestra cultura”. Es por eso que esta ceremonia se hace, “por amor, por cultura”, y es una continuación de los valores inculcados por los mayores “que nos dejaron todas estas cosas”, asintió Federico Gutiérrez.

Valores que mantienen intacta la manera de ofrendar a la Madre Tierra, “que es igual a lo que hacemos en casa con los licores, comidas típicas del mes de agosto”, y que refleja como bien expuso Gutiérrez una alegría inmensa para quienes participan de la Corpachada, ya que “todos llegan con una gran euforia para poder brindar a la Pachamama su ofrenda, nosotros de por sí ya tenemos ofrendas, la mayoría de las comidas las hacemos nosotros, los que estamos adelante como comisión directiva; pero hay algunos simpatizantes que nos dicen -Te colaboro con el guiso o yo te llevo la tijtincha, o yo te llevo la papita hervida-, y así, y le ofrecen a nuestra Pachita para que les vaya bien”. En otros casos, como en la Avenida de Mayo son los integrantes de la comisión de la comparsa los que se encargan de los preparativos, “somos unos cinco locos que movemos todo”, dijo Andrés Coca, mientras se agarraba uno a uno los dedos de la mano y decía “estoy yo, mi hermano, mi cuñada, mi señora y mi tía y nadie más, nosotros somos los que organizamos el tema de la Corpachada. Ponemos todo para hacer el picante, para hacer todo para dar a la Tierra”. Una tarea que realiza desde hace “siete años”, los mismos que lleva integrando la comisión, y que comparte “todos los años”, junto a “todas las familias e integrantes de la comparsa Avenida de Mayo” para brindarle, “a la Madre Tierra”.

De la misma manera, en la comparsa Cerro Negro se resalta uno de los valores insertos en esta cultura ancestral que es “el compartir”, por lo cual para ese día se “convida un almuerzo gratuito para todos los que llegan al salón” a rendir homenaje a la Pachamama. Una iniciativa que como comentó Fabián Mendoza comenzó “el año pasado y ahora lo estamos repitiendo y de acá para adelante el que esté al frente tiene que seguir haciéndolo para que siga creciendo todo esto”.

Luego del compartir y de culminar la ceremonia sagrada a la Madre Tierra, “hacemos como un evento bailable en el salón”, afirmó Fabián Mendoza. Algo similar se da en el mojón de Casastchok en donde se brinda un “espectáculo hasta las nueve, diez de la noche”, y en el cual, “los artistas folklóricos que suben al escenario del mojón lo hacen con mucho amor, con mucho respeto”, asintió Federico Gutiérrez, quien enunció además que esta es una forma de seguir “apostando a nuestra cultura y que sigan respetando todos los valores que nosotros tenemos en el mes de agosto para la Pachamama”.

Celebraciones que se conceden, “en forma de agradecimiento a la Madre Tierra para que sea un año espectacular para todos”, tal cual lo expuso Fabián Mendoza y que no se diferencia en lo que se vive, “en toda casa de toda familia que hace Pachamama”, en donde, “la mayoría hace su fiesta, pero como un homenaje”, y en la cual, “empezamos a cantar, a guitarrear o a bailar, agradeciéndole a la Pachita para que el año que viene volvamos a ofrendarle de nuevo y que nos vuelva a ir bien”, sostuvo Federico Gutiérrez. Es por eso que el homenaje se transforma

Tomás Lipán, un referente de la cultura de Jujuy que siempre está presente.

verdaderamente, “en una fiesta que se merece la Pachamama”. Y que tiene como valor fundamental, sobre todo, “agradecer todo lo que nos da”, ya que como bien lo referenció Andrés Coca, la Pachamama, “nos da para vivir, nos da salud, nos da trabajo”, y en el caso de las comparsas, justo como lo señaló Fabián Mendoza es agradecerle “por el último Carnaval que hemos pasado”.

Un homenaje a la Pachamama, que tiene en esa ceremonia sagrada, la Fe y la devoción, primero en el sentimiento de agradecimiento y después en las peticiones, en donde se pide “salud más que nada”, y “pedir por la comisión, por los disfrazados, por los simpatizantes y por toda la gente que viene a nuestra comparsa”, según lo exteriorizó Fabián Mendoza; para que, como lo reflejó Andrés Coca “nos vaya bien mayormente en el Carnaval que viene”.