Esta evocación de aquel suceso de 1812 se realiza hace 40 años, y desde hace dos es caracterizada a través de una teatralización; que recrea momentos, circunstancias y protagonistas que incidieron en aquella determinación de Belgrano y que forma parte de la Historia Grande de Jujuy.
La Marcha Evocativa del Éxodo Jujeño que se realiza en Tilcara cada 23 de agosto, es mucho más, que un simple acto recordatorio de aquel suceso histórico que marcó a un pueblo en la lucha por sus ideales de libertad. La cita es en horas de la noche, la premisa evocar aquella gesta patriótica del pueblo jujeño impulsada por el General Manuel Belgrano, de la cual participan asiduamente los pobladores de la ciudad arqueológica.
Una representación que lleva “más de 40 años”, como comentó Walter Apaza, y que desde sus inicios tuvo varios escenarios ya que en los primeros años “se hacía en la playa del Río Grande más arriba, se llegó a hacer adonde ahora es prácticamente el barrio Matadero, detrás de lo que fue el matadero municipal, después se pasó al comedor infantil y al último en este lugar que estamos utilizando en la actualidad”, ubicado debajo del puente sobre una de las márgenes del Río Grande. Una marcha que en aquellos años era “comandada por gauchos, seguidos por muchas de las instituciones del pueblo que se sumaban a esta gesta para evocar aquel Éxodo Jujeño de 1812”. Un episodio de aquel momento que viene a referenciar “La Historia Grande de Jujuy”, por todo “el aporte que hizo Jujuy a la Independencia”, y como bien mencionó Apaza “no debe quedar en el olvido ni tampoco ser un acto de cinco minutos”.
Es por eso que desde hace dos años a esta Marcha Evocativa se le incorporaron algunos aditamentos que le dieron un carácter distintivo a esta representación, transformándola en única en la provincia de Jujuy, cuyo principal complemento fue la teatralización de aquel suceso histórico. Una idea que surgió como indicó Walter como “una creación colectiva” cuando asumió la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Tilcara en esta nueva gestión de gobierno del Intendente Ricardo Romero.
Esta nueva concepción de la Marcha Evocativa del Éxodo Jujeño fue como bien explicó Apaza para “generar un carácter educativo, para que la gente y los turistas que asisten entiendan el porqué de la determinación de Manuel Belgrano”, desglosando episodios que se sucedieron “en Buenos Aires, en Cochabamba, en Lima” que lo llevaron a “tomar esa medida en agosto de 1812”. Para ello se conformó un equipo para desarrollar la redacción del guión, el cual contó con el aporte de “profesores de historia, egresados del IES qué cómo eran de Tilcara se sumaron al grupo, en donde estaban César Gallardo, Aarón Castillo, Laura Méndez, Elisa Barrientos, Clara Corte” y por supuesto Walter Apaza, principal impulsor de esta idea. El guión no fue algo improvisado, al contrario, fue un trabajo que tuvo como base fundamental, “textos de historiadores” que le otorgan al relato un “carácter veraz”. En el cual quedan expuestos “hechos, momentos y circunstancias”, y en donde su narrativa destaca la participación de la mujer, porque como bien reflexiona Walter Apaza “siempre nos han enseñado la historia como que es cosa de hombres, pero nosotros destacamos en todo momento a las mujeres, hay escenas importantes como las de mujeres cochabambinas que dan su vida por la Patria y eso siempre ha quedado de lado”. Pero también la obra se nutre de otros artífices fundamentales que forman parte de aquella historia como “el general Belgrano, el coronel Álvarez Prado, los gauchos, los criollos, los indígenas con el indio Turpín, nuestra Pachamama y la parte porteña con el Triunvirato”.
Otro de los aspectos que se tuvieron en cuenta para la teatralización de la Marcha Evocativa del Éxodo Jujeño, fue imprimirle un estilo “algo más atractivo para la gente”. Es por eso que se convocó a “Silvina Domo que es profesora nacional de danzas, para que en la parte que es de combate tuviera un carácter artístico como le impuso y que no sea tan fría, tan de violencia”. Después también se citó al Centro Gaucho Álvarez Prado “para que representaran a los gauchos”, y se incorporaron partes esenciales de una puesta en escena, el vestuario, (para lo cual se confeccionaron los trajes de aquella época) y las luces y el sonido, que “en este año Roberto Cari con mucho entusiasmo nos ha ayudado con dos guiadores que fueron a iluminar precisamente el momento y la escena que queríamos resaltar”.
Este proyecto tuvo además la participación y colaboración de “los chicos de Danza Pasión el año pasado y del Ballet de Nancy Díaz, la Red de Teatro, el Instituto Nacional de Teatro, el Teatro Mojuti, el municipio, el personal municipal que hizo toda la escenografía, las escuelas e instituciones de Tilcara”. De esta manera se fue moldeando este evento, el cual puntualizó Walter Apaza el año pasado tuvo “un apoyo total del Instituto Nacional del Teatro, pero este año por cuestiones económicas hubo un recorte en ese aspecto, pero en una reunión conjunta con los actores que llevaron a cabo esto decidimos entre todos hacerlo nuevamente con mucho entusiasmo y sin ánimo de lucrar”.
La teatralización de la Marcha Evocativa del Éxodo Jujeño sirvió para reivindicar y resaltar uno de los pasajes relevantes de nuestra historia, por lo cual Apaza destacó que “ha sido muy importante el encuentro de varias personas que creyeron que se podía hacer algo más de lo que se venía haciendo y lo hemos logrado, ya no es más quemar las casitas e irse a otro lado, por lo que agradezco a toda la gente e instituciones que han participado porque entre todos podemos hacer estas cosas”. Resaltando además que “recordar un momento histórico tan duro y tan difícil y hacerlo ahora con esta alegría, con este compromiso es importante”.
Sin dudas esta teatralización marcó un antes y un después en la manera de evocar el Éxodo Jujeño ya que desde que se realiza la obra teatral, son muchas más las instituciones involucradas como así también la asistencia de personas de todas las edades. El compromiso también queda expuesto en el armado de todo lo concerniente a la obra, desde la escenografía, las luces y el relato sincronizado con las escenas. Luego de la teatralización que se desarrolla en las márgenes del Río Grande emprenden un pasaje por las calles céntricas de la ciudad arqueológica que culmina en la plaza central, simbolizando aquel Éxodo de 1812. En el cual es destacable la participación de los habitantes de Tilcara, a través de las Bandas, de los niños y adultos de las distintas escuelas primarias y de diversas instituciones vestidos con atuendos típicos de aquella época, de los gauchos luciendo el tradicional poncho jujeño, sumado a las llamas y las carretas, todos factores que le dan un colorido y un marco especial a la marcha.
Todos hacen el recorrido con una algarabía que se visualiza en el rostro, y que refleja un sentimiento de orgullo por ser partícipes de esta evocación que en definitiva representa, la gesta de aquellos antiguos pobladores de esta tierra, que tuvieron la valentía y el arrojo de despojarse de sus bienes en pos de los ideales de una Patria libre.
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