Esta casa histórica ubicada a solo tres kilómetros de la localidad de Maimará en la Quebrada de Humahuaca, resume en sus salas episodios de cruentas batallas libradas en pos de la libertad y la estabilidad nacional, además de exponer su funcionalidad e importancia en el comercio durante la época colonial. También fue una de las 172 postas que integraban el denominado Camino Real al Alto Perú.
La Posta de Hornillos se encuentra distante a unos 73 kilómetros de San Salvador de Jujuy, capital de la provincia, esta edificación emplazada en pleno corazón de la Quebrada de Humahuaca, fue en sus comienzos un casco de cultivo perteneciente a la familia Álvarez Prado. A partir del año 1772 la casa comienza a funcionar como posta cuando llega proveniente desde Madrid el Visitador, Alonso Carrió de la Vandera, un alto funcionario, escritor, comerciante, viajero y cronista de Indias español, quien parte desde Buenos Aires hacia fines de 1771 creando postas hacia el norte hasta llegar a Lima-Perú. Ese trayecto era en aquella época el denominado Camino Real que unía los Virreinatos del Río de la Plata con el del Perú. Era un paso obligado para todo viajero que transitaba por el lugar para el relevo de caballos, provisión de alimentos y descanso, siendo ésta la función primordial que cumplían las postas en el trayecto Buenos Aires- Lima.
La Posta de Hornillos fue una de las 10 que se encontraban en la provincia de Jujuy y la única que aún se conserva en muy buen estado, y que formó parte de las 172 postas que integraban el Camino Real. Es una de las postas históricas, de la magnitud de la Posta Cabeza del Tigre (Córdoba), Yatasto (Salta), Suipacha, Tupiza y Potosí (Bolivia), Tihuanaco y Cuzco (Perú), entre tantas otras, que tuvieron incidencia en la historia del Virreinato del Río de la Plata y de la emancipación de los pueblos de esta región.
Durante los tiempos de la Guerra de la Independencia, desde 1810 en adelante, la Posta se convirtió en un destacamento militar que estuvo a cargo del Coronel Manuel Álvarez Prado. La defensa del territorio ante las constantes invasiones realistas provenientes del Alto Perú, punto neurálgico del poderío español, hicieron que en distintos períodos se alojaran en el lugar personajes históricos como, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, José María Paz, Martín Miguel de Güemes, entre otros.
Entre los jefes militares del bando español que ocuparon el sitio se mencionan, por ejemplo, a Pío Tristán, José de la Serna y Pedro de Olañeta.
El primer Maestro (encargado) de la Posta de Hornillos fue José Gregorio Álvarez Prado, sucediéndose este título con el tiempo hacia sus descendientes.
Restauración y habilitación de la Posta de Hornillos como museo
Cuando deja de funcionar como posta, en el año 1904, época en la que se implementa el ferrocarril en la zona; vuelve lentamente a sus orígenes, sus campos se transforman nuevamente en una granja de cultivo, mientras que la casa es habitada por las familias que trabajaban en el lugar.
Con el correr de los años, sus históricas habitaciones también se convirtieron en aulas de una escuela polimodal de nivel secundario, con la modalidad de las escuelas rurales, con otra particularidad, la de pertenecer a un plan de escuelas móviles que se instalaban de dos a tres años en un lugar y luego se trasladaban a otro.
Posteriormente cuando ya deja de tener esta funcionalidad y ante el avanzado estado de deterioro que presentaba la casa, algo que queda expuesto en algunas fotografías que se encuentran en una de las salas, se comenzó a trabajar en la restauración para después habilitarla como museo. Esta tarea comienza en el año 1977, con una reconstrucción que incluyó el empedrado de los patios de tierra, a excepción del patio principal que aún mantiene su empedrado original, en donde se encuentra un enorme árbol de Yapán. También se hicieron refacciones en las habitaciones, los techos, respetando la originalidad de la construcción, fundamentalmente en el material utilizado en las paredes y el tamaño de la casa.
Después de reacondicionar el espacio se empieza a planificar el montaje del museo, ahí se comienzan a recopilar cosas no solamente de la zona sino de distintos sitios de la provincia de Jujuy. Tal es así, que en la sala de armas existen elementos que son de otras regiones como de las Yungas, de los Valles, de la Puna y de la Quebrada; quedando inaugurada como museo el 3 de diciembre de 1979. En el año 1959 es declarada Monumento Histórico Provincial, y en el 2002 Lugar Histórico Nacional, mientras que en el año 2003 se declara Complejo Cultural a la Finca de Hornillos, con el objeto de preservar, conservar, divulgar y mantener el patrimonio natural, arqueológico e histórico que caracteriza a la Posta de Hornillos.
Qué se puede encontrar en la Posta
La antigua Posta de Hornillos consta de 15 salas de exposición con cuatro patios, en las cuáles se expone cómo funcionaban las postas, el origen de las mismas, una habitación como dormitorio ambientado con camas con catre de tiento, en donde se encuentra también una cama antigua donde descansó el General Manuel Belgrano en la época de la guerra por la Independencia. Un comedor con muebles originarios del siglo XVIII, una cocina ambientada con utensilios típicos, como ollas y tinajas de barro cocido, varios morteros que servían para la molienda de los granos, el patio de las caballerizas con corrales, palenques, puesto de vigilancia, calabozos y monturero.
Existe además una Sala de Armas que abarca los períodos Paleolítico, Pre-hispánico, la época de la conquista y de las Guerras de la Independencia y entre unitarios y federales. Allí se pueden encontrar muestras de hachas, boleadoras, puntas de flecha de diversos sitios de la provincia, bayonetas, sables, fusiles y escopetas. En esta sala también queda expuesta parte de la historia de la casa y su funcionamiento, reflejado a través del testimonio escrito enmarcado en fotocopias de cartas que mencionan a la Posta de Hornillos.
Los medios de transporte de la época colonial, que formaron parte de la ruta de postas, se ven evidenciadas en la exposición de una diligencia que se encuentra en una de las salas, una carreta y algunos ejes de madera. Por mucho tiempo las carretas tiradas por bueyes fueron el principal medio de transporte que posibilitó el intercambio de mercancías; siendo Jujuy por aquellos días el nexo central en donde se intercambiaban carretas por mulas para el transporte de cargas que se dirigían al Alto Perú.
Otra de las particularidades que exhibe el museo, es una momia, que se trajo cuando empezó el montaje del mismo, procedente de Rachaite, una localidad de la Puna jujeña ubicada en el Departamento de Cochinoca. Esta momia que se cree que fue un viajero, fue encontrada con distintos tipos de cuerdas vegetales y una tarabita, que es un gancho de madera que se utilizaba para trabar las cargas en el lomo de las llamas.
El visitante que decida recorrer y conocer la Posta de Hornillos podrá revivir no solo una parte de la historia argentina signada por cruentas batallas, sino que además podrá tener una visión de cómo se vivía en aquella época, y cómo eran por aquel entonces las edificaciones de la típica arquitectura colonial. Un acervo cultural que se encuentra circundado por el bello paisaje multicolor de los cerros de Maimará, que brindan un marco sencillamente espectacular a la Posta y sus alrededores.
El Camino Real y su similitud con el Qhapaq Ñan o Camino del Inca
Pero antes de la llegada de los españoles, los Incas que ya habían invadido esta región hacia el siglo XV, construyeron importantes vías de comunicación, que denominaron “Qhapaq Ñan”, las que posteriormente algunas fueron utilizadas por los europeos. El Qhapaq Ñan-Camino Principal Andino es un sistema vial, que involucró centros poblados, almacenes, puestos de control y que constituyó la obra tecnológica más importante de la América prehispánica. En su apogeo recorrió 23 mil kilómetros, involucrando en su trayecto a seis países: Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Por su importancia, herencia ancestral e identidad cultural que esta vía comunicacional representó en la época de esplendor del Imperio Inca fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2014.
Los Incas también crearon a lo largo de esos caminos los “Tampus”, distantes entre 20 a 30 kilómetros entre uno y otro, en los cuáles los «Chasquis» o mensajeros imperiales encontraban albergue y provisiones después de recorrer grandes distancias a través del extenso territorio del Imperio Incaico y sus zonas conquistadas. Cuando llegaron los españoles, éstos se quedaron tan impresionados con la eficiencia del sistema de chasquis que los corredores se mantuvieron aún en el Virreinato del Perú. Podría decirse que este sistema vial andino sirvió de reflejo para, el que, posteriormente se implementó en la época de los Virreinatos a través del sistema de postas, que cumplía una función similar a la establecida por los Incas.
Horarios del Museo Posta de Hornillos: todos los días de 10 a 18 horas. La visita incluye un asesoramiento guiado por personal del museo.
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