En este museo se exhibe una temática referente a los «Orígenes de la Diversidad», que sirve como fundamento para entender esa identidad pluricultural existente en el Estado Boliviano. Una diversidad caracterizada por el legado cultural transmitido por las diversas culturas que enriquecieron el suelo de Bolivia.
Bolivia se caracteriza por ser cuna de culturas milenarias que conformaron sociedades de una riqueza invaluable en toda su vasta extensión y que dejaron su legado en tradiciones, pensamientos y en testimonios tangibles de su expresión artística. Una riqueza esencial que traspuso tiempo y espacio, originando esa pluriculturalidad existente en el Estado Boliviano y que conformaron su identidad; razón por la cual, Bolivia fue elegida como Mejor Destino Cultural en el año 2.017 por la empresa World Travel Awards. Para entender más ampliamente este concepto el Museo Nacional de Arqueología, MUNARQ, de la ciudad de La Paz, exhibe en sus salas una temática en relación a los «Orígenes de la Diversidad». Una muestra que tiene por finalidad exponer y dar a conocer características de las diversas «Sociedades del Ayer» que enriquecieron el suelo boliviano y que constituyeron los desarrollos culturales de culturas tales como las de, Wankarani, Chiripa, Turupaya, Omereque, Mojocoya, Tiwanaku, Pariti, Yamparas, Carangas, Quillacas, Yura, Uruquilla, Colla, Pacajes, Lupacas e Incas.
Culturas que hicieron de este territorio un espacio excepcional en donde dejaron su legado, el cual ha sido conservado y preservado y que es el nexo necesario para poder entender la variedad y riqueza de un patrimonio; que en la actualidad sintetiza esa diversidad cultural de las «Sociedades de Hoy», las que están intrínsecamente vinculadas con el pasado.
Reseña del museo
El Museo Nacional de Arqueología (MUNARQ) forma parte de la Unidad de Arqueología y Museos dependiente de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ministerio de Culturas y Turismo. Ubicado en el Palacio Tiwanaku, edificio declarado Monumento Nacional en 1990, es el museo más antiguo del país, ya que comenzó a funcionar en el año 1.838. Su apertura fue ordenada por el mariscal Andrés de Santa Cruz, cuyo objetivo fue mostrar las riquezas mineras, la diversidad de fauna y flora, los objetos etnográficos y arqueológicos de Bolivia.
El Museo de Arqueología cuenta actualmente con más de 50 mil piezas, debidamente registradas y catalogadas, pertenecientes a las culturas y civilizaciones del oriente y occidente del país.
La colección está compuesta por más de 18 mil piezas arqueológicas de culturas de toda Bolivia. Una gran cantidad de vasijas, cántaros y piezas esculpidas en arcilla. Una de las últimas adiciones al museo fueron 30 piezas de cerámica arqueológica halladas en 2004 en la isla Pariti del lago Titicaca, son piezas con diseños de cabezas de puma, mamíferos, cóndores, serpientes y con figuras de seres mitad humano y mitad animal de los que se desconocía su existencia y que datan de entre los años 900 y 1.200 después de Cristo.
El MUNARQ cuenta con cinco salas para las diferentes exposiciones en el museo. La primera sala está dedicada a un recorrido global y cronológico de Bolivia y su historia, la segunda sala muestra piezas mayormente de la Cultura Tiwanacota, con las muestras de Pariti, Amaguaya, entre otros. La tercera sala explica el desarrollo de las diferentes regiones bolivianas, con muestras incas, de la cultura Mollo y todo lo concerniente a la vida colonial y republicana.
La cuarta sala presenta muestras en piedra, en metal y también en tejidos, que incluye una gama extensa de diseños de textiles de las distintas culturas del país. La quinta está dedicada exclusivamente a muestras itinerantes dependiendo del calendario cultural existente durante el año.
El Arte representativo de las Sociedades del Ayer y su vínculo con la diversidad
En el MUNARQ se puede apreciar, en la vasta colección de piezas arqueológicas que allí se exhiben, la riqueza cultural de las diversas sociedades que se asentaron en las distintas regiones del territorio boliviano, como costa, valles, altiplano y yungas; algunas de reminiscencias pre hispánicas. En el Arte que desarrollaron estas antiguas sociedades dejaron expuesto la expresión de sus acciones, sus quehaceres cotidianos, su relación con la naturaleza que los circundaba, y hasta su ritualidad. Un patrimonio arqueológico majestuoso que expone las primeras expresiones artísticas, generalmente de color natural de figuras antropomorfas y vasijas con grabados, hasta la evolución que surge en algunos casos por ese ensamble de culturas. Estos cambios se ven reflejados en la elaboración de la cerámica y sus distintos tipos de decoración, ya sea pintada a través de la aplicación de los colores, o la plástica, en la cual se hacían piezas con formas de felinos, aves y figuras humanas o se moldeaban en su parte externa diversos tipos de detalles. Esa evolución fue marcando con el tiempo, un acabado en la cerámica mucho más fino y estilístico, asociado a la expresión artística, con una simbología ligada a la ideología y ritualidad de esos pueblos originarios.
Entre las culturas pre hispánicas más representativas de ese período, se encuentran las de Wankarani y Chiripa, porque ambas reflejan el crecimiento socio-cultural en esa transición de pasar de ser poblaciones de cazadores-recolectores a establecerse en aldeas; generando el desarrollo de la agricultura a través de sistemas de riego, la elaboración de cerámica, la arquitectura y la lito escultura. Esta última fue la manifestación artística relacionada a lo ceremonial, referenciada en la simbología tallada en los litos, referentes a figuras de animales como ofidios, felinos y motivos antropomorfos; representaciones que tuvieron transcendencia ya que posteriormente este tipo de escultura lítica fue asimilada por la cultura Tiwanakota.
La cultura Tiwanaku es otro de esos desarrollos culturales distintivos de Bolivia que propiciaron una interacción cultural con otras comunidades, asimilando conocimientos, tradiciones de culturas predecesoras y acogiendo también concepciones similares asociadas a la ritualidad. Muestra de ello es la gran cantidad de yacimientos con semejanzas Tiwanaku encontrados en las distintas regiones geográficas del suelo boliviano, en donde se hallaron cerámicas de características de esa cultura, pero con un estilo fusionado, lo que podría establecer esa relación con otras poblaciones. Esa concepción de esta cultura esta referenciada dentro del museo en los vasos ceremoniales, denominados Kerus, consideradas por los expertos como un medio de comunicación en un contexto de actividades culturales y encuentros entre diferentes grupos sociales, que sirvieron para afianzar una alianza social y un vínculo fraterno, no solo entre seres humanos sino también con los Dioses.
Estas son algunas de esas culturas que sembraron las bases de los «Orígenes de la Diversidad», generando desarrollos culturales y estableciendo entre ellas una interacción cultural, en un constante intercambio de conocimientos, bienes, productos y tradiciones. Una tradición marcada, por ejemplo, en esa continuidad actual en el consumo de productos cultivados o producidos por aquellas sociedades pre hispánicas como la quinua o el charque (carne de llama seca). Otro antecedente de ese legado de las «Sociedades del Ayer» que tiene un vínculo directo con las «Sociedades de Hoy», son las prácticas rituales, que, en algunos casos, siguen manteniendo el mismo grado de importancia que tuvieron en el pasado.
Por todo lo expuesto la muestra sintetiza esa riqueza fundamentada en la diversidad generada en el pasado y entrelazada con muchas culturas y poblaciones indígenas existentes en el presente. Una Diversidad Cultural que refleja la lucha constante de esas sociedades por prevalecer en el tiempo a través de la conservación de su identidad cultural, la cual tiene un vínculo directo con el ayer.
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