Festival Nacional de la papa en Bolivia

El evento fue un encuentro de exposición y comercialización de papas nativas de productores campesinos. Se expuso la potencialidad que este producto puede alcanzar con la industrialización acaparando nuevos mercados. Iniciativas que se plantean como desafíos a cumplir.

Desde el 16 al 26 de mayo en Betanzos, capital de la provincia Cornelio Saavedra del departamento de Potosí (Bolivia), se desarrolló el “Festival Nacional de la Papa”. En el mismo se expusieron 65 variedades de papas con diferentes contenidos nutricionales; las que están registradas en la región y 1.500 de Bolivia procedentes de más de 280 municipios que representan a todos los pisos ecológicos de producción.

Este evento tuvo como finalidad generar un plan de desarrollo de la producción de la papa en Bolivia, además de intercambiar experiencias sobre producción y tecnología para buscar nuevos mercados en el mundo. El encuentro nacional permitió hablar sobre la potencialidad y desafíos de la papa en Bolivia y la seguridad alimentaria, nutrición y mercado, con disertaciones magistrales y presentación de ejes temáticos.

La producción de la papa es uno de los ejes principales de la economía de las comunidades de toda la zona andina de Bolivia y países limítrofes como Argentina, Ecuador y Perú. En este festival estuvieron presentes diversas universidades con el propósito de analizar la calidad del producto, sus beneficios para la salud y la alimentación, sus propiedades y la formulación e identificación de políticas y estrategias para mejorar los ingresos de los productores.

Cabe señalar que en el año 2.013 la Cámara de Senadores aprobó la Ley que declara sede social del Festival Nacional de la Papa al municipio de Betanzos, en la provincia Cornelio Saavedra de Potosí; por ser una región productora de este tubérculo y con el propósito de institucionalizar y fortalecer el evento a nivel nacional e internacional. Las autoridades gubernamentales de Bolivia tienen como objetivo en el futuro procesar los tubérculos, es decir industrializarla, encajonándola, enlatándola como puré o con algún aditamento para consumo interno y para exportación, e inclusive encargaron a sus embajadores la apertura de nuevos mercados. El valor agregado al producto no solo mejora los precios de la papa seleccionándolas para colocarlas en las góndolas de los supermercados, sino que crea fuentes de trabajo en su proceso de industrialización.

Este encuentro fue organizado para mostrar la riqueza de la papa boliviana y seguir en el camino de la soberanía alimentaria planteada por el presidente Evo Morales.

En la oportunidad se expuso que la implementación de programas mejoró no sólo la producción, sino también las semillas, la cantidad de tierras cultivadas, cuyo rendimiento se incrementó notablemente, contando en la actualidad con sistemas de riego en las comunidades agrícolas.

Además, en las distintas exposiciones se conoció que actualmente el consumo en Bolivia es de 1.100.000 toneladas, que el festival debe servir para promocionar las variedades que se producen en el país y que una de las ideas de comercialización es exportar semillas a otros países como España, donde se produce papas, pero en pocas variedades. Este festival se realizó después de dos años, debido a que en ese período la sequía afectó la producción, en cambio los efectos climáticos de la gestión agrícola 2017-2018 provocó un buen rendimiento en la cosecha de la papa según informaron los campesinos.

En los cuatro días de duración del festival se presentaron grupos musicales de renombre como los Kjarkas, quienes actuaron la noche del sábado 19 de mayo. También hubo una demostración gastronómica en base a las diversas variedades de papa, y se desarrolló el foro nacional de la papa en la Universidad Tomás Frías. La programación se cerró con la esperada rueda de negocios y la venta de productos.

Papas Nativas: el tesoro guardado de los Andes

La papa es el cuarto cultivo alimenticio más importante del mundo, se siembra en más de 125 países y más de un billón de personas alrededor del mundo la consumen, siendo la base de la alimentación de la zona Andina. Por ello la ONU ha destacado que la papa es un alimento de primera necesidad en la dieta de la población mundial, ya que son altamente nutritivas (contienen en 100 gramos, Potasio (560mg) y vitamina C (20 mg), y ayudan a aliviar los efectos de algunas enfermedades como el escorbuto, tuberculosis, sarampión y disentería), además de cumplir el rol de proporcionar seguridad alimentaria y erradicar la pobreza. Es un producto con gran potencial para el desarrollo económico y social de los agricultores de pequeña escala y sus comunidades, porque es una planta muy fácil de cultivar que produce más comida en menor cantidad de terreno y de manera más rápida que ningún otro cultivo alimenticio. Su alto contenido de nutrientes, su adaptación a ambientes marginales, su cultivo relativamente simple, sus bajos costos y su alta productividad, son atributos que hacen de la papa una de las principales fuentes de alimentos e ingresos. Usadas principalmente para el autoconsumo de las familias productoras, las papas nativas han conservado un perfil tradicional en el ámbito rural andino, pero en los últimos años, debido a su exquisitez y su alto valor nutritivo han logrado obtener una salida hacia mercados industrializados, al ser consideradas como un producto gourmet.

Las papas nativas constituyen el tesoro guardado de los Andes aún en nuestros días, cultivadas en sus comienzos exclusivamente en las zonas agroecológicas más altas (3000-4200m) fue un proceso iniciado hace 8000 años por los antiguos pobladores altoandinos. Es un cultivo que se adapta a condiciones climáticas extremas como descensos de temperaturas, heladas y sequías, que además presenta una biodiversidad que se aprecia en la variedad de formas, colores y sabores que presentan los tubérculos. En muchas formas, la papa es un cultivo ideal, porque produce más alimento por unidad de agua que cualquier otro cultivo principal. Además, el desarrollo de semillas de papa y la implementación de programas para el manejo integrado del cultivo incrementarán el rendimiento, la producción y los ingresos económicos para los productores; brindando también la reducción en el uso de agroquímicos, minimizando de esta manera la amenaza de la agricultura al medio ambiente en deforestación, erosión de los suelos y contaminación acuática.